Un intenso debate causó la verdadera importancia de utilizar el pequeño uniforme femenino en el voleibol de playa, luego de que en marzo se modificaran los estatuos sobre la vestimenta en ese deporte.
En 2011 se había cuestionado a las competidoras británicas por aceptar publicidad poniendo un código QR en su trasero, cuya foto puede ser escaneada con un smartphone.
Desde que se anunció la opción de cambiar de uniforme para la Copa Continental, el reglamento señalaba específicamente que las chicas no podían usar bikinis queexcedieran los siete centímetros de ancho en las caderas.
Las nuevas reglas impuestas por la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) permiten a las jugadoras elegir sus indumentarias, desde shorts y camisetas o, incluso, los tradicionales bikinis.
“Muchos de estos países cuentan con las exigencias religiosas y culturales, por lo que el uniforme tenía que ser más flexible”, dijo el portavoz de la FIVB, Richard Baker.
Sin embargo, algunas asociaciones feministas y religiosas no se quedaron contentas con la modificación, ya que indican que la atención en las atletas se centra en su apariencia, mucho más de lo que sucede en los hombres.
Asimismo, un reporte de 2003 de la comisión del Deporte de Australia sobre la “sexplotación” del deporte y las atletas asegura que el voleibol de playa femenino “ha introducido intencionalmente uniformes para enfocar la atención en los cuerpos de las atletas, más que por cualquier razón técnica, practica o de mejora del desempeño”.
EN DEFENSA
Por otro lado, diversos deportistas y autoridades han salido en defensa de los uniformes deportivos, y antes del inicio de los Juegos Olímpicos 2012, insistieron en no necesitar las modificaciones porque los shorts son incómodos.
Además, señalaron que mientras menos ropa lleven puesta es menor la posibilidad de que les cause rozaduras con la arena. Sin embargo, reiteraron su apoyo a la decisión de otras competidoras de utilizar otro tipo de uniforme.
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