domingo, 17 de junio de 2012

OTRO MUNDIAL QUE LOS PERUANOS VERÁN POR TELEVISIÓN



¿De qué vale una publicidad millonaria si somos pobres en la cancha. ¿De qué valen comentarios televisivos que disfrazan la realidad cuando esta nos cachetea en la cara cada fecha eliminatoria? ¿De qué vale ir al estadio o ponerse frente al televisor si termina molesto? La selección está fuera del Mundial 2014. Por puntos, por rendimiento, por jugadores indisciplinados, por un técnico permisivo y una dirigencia pésima.
“Queda mucho en la eliminatoria”, fue una frase tras el partido. Claro, queda mucho para los cuatro que entrarán directo y para el quinto que irá al repechaje. Para Perú la historia terminó. Examinemos: Argentina y Uruguay tienen los mejores planteles de Sudamérica y tomarán dos cupos. Chile ha conseguido formar una escuadra competitiva con jugadores que destacan en grandes ligas (Vidal, Sánchez, Suazo) y además se apoya en la gran generación que tiene a la ‘U’ de Chile en lo más alto (González, Aranguiz, Mena).

Allí se fueron tres cupos. Colombia, a pesar de la derrota, ha ganado con Pékerman y de local se hará fuerte (sin olvidar que ya nos ganó en Lima). Ecuador tiene la altura y Venezuela su mayor hambre de Mundial (incluso derrotó a Argentina en casa). Paraguay y Bolivia están sobre nosotros en la tabla y a ambos tendremos que visitar pronto, y así como van las cosas, nos van a ganar. Que esto no suene a antiperuano o crítico excesivo, pero ¿qué tiene Perú?

Un delantero de nivel como Paolo Guerrero, que se mata por el equipo pero solo no puede ganar. El resto le pone ganas, corazón, es para aplaudir, pero no alcanza. ¿Y el goleador del Werder Bremen? Lesionado y a estas alturas en Alemania. ¿Y la estrella del Schalke 04? Descuidando su alimentación. ¿Y el volante de la Fiorentina? De broma en broma y en páginas de farándula. ¿Y el defensa del Sporting de Lisboa? Lesionado siempre y convocado siempre.

La selección no puede depender de caprichos de jugadores. La selección no puede tener un técnico permisivo. Concentramos un día y medio antes de los partidos. Los jugadores tienen carta libre para hacer lo que quieran y hacen lo que quieren. Necesitamos formar un equipo, empezar de cero. Trabajar con quienes tienen compromiso. Empezar un proyecto cuya primera piedra sea Paolo Guerrero. Encontrar jugadores con ese carácter y ese compromiso, sea en el torneo local o en canchas de tierra.

La gente merece otra cosa. No amanecer molesta. No escuchar mentiras. Anoche fue increíble escuchar excusas como que la culpa la tuvo la cancha, el calzado, el viento, la pelota, el árbitro, el buzo de Markarián. Salvo Guerrero y un par más de jugadores, el resto desentonó. Punto. La gente merece una selección, no un cuento. Porque de cuentos estamos hartos.

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