miércoles, 9 de mayo de 2012

DEPORTISTAS VS NO DEPORTISTAS COMPORTAMIENTOS SEXUALES DE RIESGO




Estudios recientes que involucran a deportistas jóvenes indican que el deporte actúa como factor protector contra comportamientos de riesgo, tal como consumo de alcohol o sexo inseguro. Sin embargo, otros estudios relacionados con deportistas adultos, se apunta a que la práctica deportiva conlleva a un mayor nivel de conductas de riesgo. Por ejemplo,
estudiantes que a la vez son deportistas consumen más cantidad de alcohol por semana y con más frecuencia que los que no lo son. En esta misma línea, deportistas adolescentes de alto nivel son más propensos al “Binge drink” (gran consumo de alcohol de una sola vez), a fumar tabaco y a al uso de múltiples drogas más frecuentemente que sus iguales no relacionados con el mundo deportivo. Resumiendo, los atletas son una población de alto riesgo debido al consumo de alcohol y otras conductas peligrosas. 

Investigaciones que atañen a la actividad sexual entre deportistas y no deportistas son, a veces, contradictorias. Es decir, las hay que dicen que los deportistas declararan menos actividad sexual que los no deportistas, pero en estas la media de edad era de 15 años, y en otras que su actividad sexual era más frecuente y con mayor numero de parejas. Sin embargo, en este caso la media de edad era de 19 años. Por lo que parece haber un cambio entre la adolescencia y la edad adulta, a medida que el rol en la actividad deportiva se vuelve más competitiva e importante. 

En varios estudios deportistas jóvenes han declarado un menor comportamiento de riesgo que sus pares no vinculados a la actividad deportiva. Por el contrario los deportistas adultos tienden a tomar parte en este tipo de conductas con mayor periodicidad. Es decir, deportistas adultos beben más cantidad, con mayor frecuencia y tienen mayor actividad sexual y con más parejas, que sus pares no deportistas. Hay indicativos de que este cambio puede ocurrir justo en la última etapa del instituto y antes de entrar en la universidad. Esto ha sido apoyado por un estudio longitudinal norte americano, en el que se observa a una muestra de 2138 estudiantes durante este periodo y los primeros años universitarios. En el que fue establecido que el riesgo percibido medió entre diferentes asociaciones expuestas a continuación:
Práctica deportiva en el instituto y consumo de alcohol,
Práctica deportiva y número de parejas sexuales y
Práctica deportiva con relaciones sexuales de riesgo para mujeres y hombres.

Estos datos apoyan la teoría de que los deportistas tienden a una actitud favorable en relación al consumo de drogas lícitas e ilícitas antes de la etapa universitaria. Aunque es imposible determinar cuando este grupo social comienza a beber más que sus amigos que no hacen deporte, este mismo estudio habla de un periodo entre los 16.5 años y los 18.4 años de edad, lo que sugiere un óptimo período para una pronta intervención y programas educativos.

Es una idea popular que los hombres tienen una menor percepción del riesgo que las mujeres, lo que puede estar explicado mediante diferentes factores sociales. Es decir, las mujeres han sido siempre controladas desde más cerca que los hombres, y tienen una mayor percepción de la repercusión social de sus actos.


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