Como muchos jugadores en el mundo, Falcao despierta cariño, empatía, entre los aficionados. Debe ser por la sencillez que exhibe. Él hace parte del grupo de futbolistas "Atletas de Cristo", que siguen una vida en la que el licor, la rumba y las noches, están prohibidas. En esa iglesia, en Argentina, conoció a su actual esposa Lorelei. Por eso, todos sus goles van dedicados con mirada al cielo. "La gloria es para él", dice.
A sus 26 años, Falcao ha sido campeón con River, con el Oporto de Portugal, con el Atlético de Madrid.
Es el máximo goleador de la Liga de Europa por segundo año consecutivo con 12 goles. En la prensa ya se especula que Real Madrid lo quiere en sus filas, que Chelsea sueña con tenerlo en el ataque, que el Manchester City ya mueve la chequera para llevárselo. Quien lo quiera deberá poner 60 millones de euros sobre la mesa.
Nada de aquello ha hecho que Falcao mire por encima del hombro. En cambio, habla de tener siempre los pies en la tierra.
En la Liga de España dicen que Falcao es el goleador terrenal, porque los dos que lo superan en la disputa por el rótulo de goleador, Cristiano Ronaldo y Messi, son de "otro planeta". Ya le marcó a Barcelona, al Real Madrid...
Como dice Fabián Mauricio Rozo, periodista de El Tiempo, quien en el 2005 cubrió el Sudamericano sub20 en Manizales para el desaparecido Diario Deportivo. "En ese Sudamericano, la comparación era Hugo Rodallega - Messi, hoy es Messi - El Tigre, y eso lo resume en cierta forma".
Ese 'Tigre', que devora goles, estará en Colombia la próximo semana, cuando dispute, con el Atlético, partido amistoso contra Millonarios, en Bogotá. Luego irá a Cali a jugar con el América.
Allí, el #9 seguramente repartirá miles y miles de autógrafos. Ese anónimo jugador que pasó por Manizales dio el salto hace mucho rato.
De Falcao García ya se ha dicho todo. Incluso, Pep Guardiola lo describió hace poco como el mejor delantero del mundo, dentro del área.
Los dos goles marcó con el Atlético de Madrid en la final de la Liga Europea lo tienen en la mira de los mejores equipos del mundo.
Los colombianos ya lo tienen como un ídolo. Ven en él a ese futbolista que les pone la piel de gallina cada vez que celebra un gol. Desde cuando Faustino Asprilla brilló en Italia, con el Parma, y en Inglaterra, con el New Castle, los aficionados al fútbol no seguían tan de cerca la actualidad de un jugador en Europa.
En Manizales, Falcao dejó su huella en el 2005 en ese Sudamericano. Muchos lo recordarán por ser un jugador más de esa camada de jóvenes que Eduardo Lara guió al título. Era suplente. Por encima de él estaban jugadores como Wason Rentería, Dayro Moreno y Hugo Rodallega, la gran figura de ese torneo, junto a un 'tal' Lionel Messi, quien en Manizales mostró destellos de su talento.
Y en un partido contra Argentina, en primera ronda, Eduardo Lara lo mandó al campo. Falcao anotó el gol del triunfo. Corrió a celebrarlo y lloró sobre el césped del Palogrande.
"Me acuerdo de ese partido, yo estuve allí. Falcao era un jugador de esos que uno dice 'del montón'. Cuando eso jugaba en las divisiones menores de River Plate", dice Carlos Ortiz, manizaleño que asistió a ese partido de Colombia.
Esa fue la única vez que Falcao visitó la capital de Caldas. Dejó su huella en ese arco sur del Palogrande.
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